¡Hola a todos!
Hoy os venía a hablar de Irlanda que, para los que no lo supierais, la foto que tengo de fondo es de dicho país.
Irlanda es un país situado al noroeste de Europa, su capital es Dublín, situada al este de la isla. El país tiene una única frontera terrestre con Irlanda del Norte (Reino Unido). Hoy precisamente quería contaros la experiencia que tuve yo en Irlanda, fui 6 días de septiembre con mi familia (mi hermano Mario, mi padre y mi madre) y os voy a contar un poco lo que hicimos estos días:
Cogimos un hotel que estaba más o menos en el centro de Dublín que se llamaba Generator, era una especie de hotel con unas habitaciones pequeñas, una cafetería y una pequeña cocina de comida rápida. Este hotel tenía muy buen ambiente ya que algunos días por la noche venían guitarristas y cantantes a animar las cenas.
El primer día, como estábamos cansados del viaje solo dimos una vuelta por el centro de Dubín que como mi hermano lo conocía ya pues nos guió bastante bien. El segundo día nos levantamos pronto porque queríamos visitar más a fondo la ciudad así que empezamos a andar y llegamos a un parque llamado: Phoenix Park que es, con 700 hectáreas de extensión, el parque más grande de Irlanda y de toda Europa, donde llegamos a esta columna y paramos a hacer algunas fotos. Allí nos pasó una cosa muy curiosa, cuando estábamos haciendo algunas fotos se acercó a nosotros un hombre mayor y, en inglés, nos empezó a hablar de la historia de esta columna, después mi hermano le preguntó sobre lugares de interés de Dublín y el hombre nos dijo que le siguiéramos
y nos llevó hasta su coche, donde nos invitó a que nos montáramos, nosotros dudamos un momento pero después accedimos a montar. Aquel hombre nos hizo una guía por todo el parque, vimos el museo, un parque botánico y una cosa que nos llamo mucho la atención. Nos llevó a una explanada con ciervos y una vez allí sacó una bolsa con comida para ciervos y nos dijo que les diéramos de comer, fue un poco extraño pero nos gustó:
Después nos hizo un pequeño tour en coche por Dublín donde nos iba explicando lo que íbamos viendo y posteriormente nos llevó a una península dentro de Dubín donde estaban loa acantilados de Howth y allí le invitamos a comer en agradecimiento por aquel tour.
A las cinco volvimos a Dublín y fuimos a alquilar un coche y con él nos fuimos a Wicklow donde no pudimos estar mucho debido a que empezó a llover torrencialmente así que volvimos al hotel y dejamos el coche en un parking cercano al hotel.
El día siguiente sobre las 9 fuimos a por el coche para ir a Galway y cuando estábamos en el parking nos dimos cuenta de que no solo nos habían puesto una multa sino que también nos pusieron un cepo por lo que tuvimos que volver al hotel y desde allí llamamos para que nos quitaran el cepo para lo que tuvimos que pagar 80 euros y esperar dos horas por lo que salimos más tarde de lo que nos hubiera gustado, y esto no fue todo por aquel día sino que se nos rompió el GPS y tuvimos que apañarnos con un mapa así que tardamos bastante en llegar y cuando por fin lo conseguimos ya era hora de comer así que tuvimos que dejar la visita para más tarde. Después de comer nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad, guiada por mi hermano que había estado 15 días en aquella ciudad y ya a las 6 fuimos a una empresa de mecánica para que nos arreglaran el GPS y de allí abandonamos Galway y nos dispusimos a ir a los acantilados de Moher y con nuestra suerte nos perdimos y tardamos 3 horas en llegar y ya estaba anocheciendo por lo que nos hicimos alguna foto y volvimos al coche para poner dirección a Dublín y teníamos algo de miedo ya que la carrtera era muy estrecha, era muy de noche y de vez en cuando se nos cruzaba algún que otro animalillo.
El día siguiente decidimos ir a Belfast (capital de Irlanda del Norte) allí dimos una vuelta por la ciudad y por la tarde visitamos el museo del Titanic que a mí me gustó mucho.
Al día siguiente, como solo teníamos el coche por la mañana aprovechamos para ir a Newgrange allí buscamos la visita más corta porque teníamos algo de prisa, lo vimos con una visita guiada, el problema es que solo había guías en ingles por lo que yo entendí algo, mi hermano la mayoría pero mis padres no pudieron entender nada. Después volvimos a Dublín y devolvimos el coche y aprovechando que no teníamos nada que hacer dedicamos la tarde a compras ya que en Dublín, en el centro, hay una calle comercial.
El 6 y último día como nuestro avión salía alas 5 por la mañana visitamos por última vez el centro de Dublín y pedimos un taxi para que nos llevara al aeropuerto allí comimos un bocadillo y nos volvimos a nuestro país.
Personalmente os recomiendo mucho Irlanda, es un país precioso, al que merece la pena ir y si vais algún día espero que mis indicaciones os hallan servido y, por supuesto si vais alguna vez no se os olvide el paraguas, y si alquiláis un coche no se os olvide que allí se conduce por la izquierda y además es una hora menos ;)
¡Hasta la próxima!
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